Los carburantes frenan menos su caída que en 2024, encareciendo transporte y movilidad, lo que repercute en los costes de distribución. Por el contrario, los alimentos y bebidas no alcohólicas bajan con más fuerza, aportando cierto respiro tras años de presión en la cesta básica. La electricidad también modera su subida, lo que alivia en parte la factura energética.
Sin embargo, la inflación subyacente repunta al 2,4%, señal de que los bienes y servicios de consumo más estables siguen tensionados. En comparación mensual, la variación es del 0,0%, lo que refuerza la idea de contención en el corto plazo.
Para el sector retail, el escenario es de doble lectura: por un lado, precios más bajos en alimentación pueden impulsar la demanda y el ticket medio; por otro, los costes de carburantes y transporte continúan erosionando márgenes y comprometen la rentabilidad.
El verano se despide, por tanto, con un consumo atrapado entre el alivio de la cesta básica y la presión de la energía, una dualidad que marcará las decisiones del sector en los próximos meses.
Los carburantes frenan menos su caída que en 2024, encareciendo transporte y movilidad, lo que repercute en los costes de distribución. Por el contrario, los alimentos y bebidas no alcohólicas bajan con más fuerza, aportando cierto respiro tras años de presión en la cesta básica. La electricidad también modera su subida, lo que alivia en parte la factura energética.
Sin embargo, la inflación subyacente repunta al 2,4%, señal de que los bienes y servicios de consumo más estables siguen tensionados. En comparación mensual, la variación es del 0,0%, lo que refuerza la idea de contención en el corto plazo.
Para el sector retail, el escenario es de doble lectura: por un lado, precios más bajos en alimentación pueden impulsar la demanda y el ticket medio; por otro, los costes de carburantes y transporte continúan erosionando márgenes y comprometen la rentabilidad.
El verano se despide, por tanto, con un consumo atrapado entre el alivio de la cesta básica y la presión de la energía, una dualidad que marcará las decisiones del sector en los próximos meses.