La cadena refuerza su apuesta por la marca propia, que ya representa el 90% del surtido, y por el origen nacional, con un 80% de sus referencias. La estrategia promete precios bajos y anuncia la creación de 300 empleos hasta fin de año, pero plantea interrogantes: ¿se trata de empleo estable o temporal? ¿y hasta qué punto la concentración en marca propia limita la competencia real del mercado? El retail alimentario gana músculo, pero el consumidor sigue pagando el coste oculto de un modelo cada vez más homogéneo.
La cadena refuerza su apuesta por la marca propia, que ya representa el 90% del surtido, y por el origen nacional, con un 80% de sus referencias. La estrategia promete precios bajos y anuncia la creación de 300 empleos hasta fin de año, pero plantea interrogantes: ¿se trata de empleo estable o temporal? ¿y hasta qué punto la concentración en marca propia limita la competencia real del mercado? El retail alimentario gana músculo, pero el consumidor sigue pagando el coste oculto de un modelo cada vez más homogéneo.