

El saldo comercial se reduce a 491 millones, casi la mitad del registrado un año antes, reflejando una pérdida de competitividad exterior.
En el acumulado de enero a agosto, las exportaciones crecieron un 5,1%, hasta 50.585 millones, frente a un aumento del 7,6% en importaciones, que sumaron 38.040 millones.
El resultado es un superávit de 12.545 millones, ligeramente inferior al de 2024, lo que evidencia que la fortaleza del sector agroalimentario español empieza a erosionarse ante el incremento de costes y la presión de los mercados internacionales.


El saldo comercial se reduce a 491 millones, casi la mitad del registrado un año antes, reflejando una pérdida de competitividad exterior.
En el acumulado de enero a agosto, las exportaciones crecieron un 5,1%, hasta 50.585 millones, frente a un aumento del 7,6% en importaciones, que sumaron 38.040 millones.
El resultado es un superávit de 12.545 millones, ligeramente inferior al de 2024, lo que evidencia que la fortaleza del sector agroalimentario español empieza a erosionarse ante el incremento de costes y la presión de los mercados internacionales.