Le sigue Países Bajos, con 2.600 toneladas y 3,9 millones de euros en facturación. Aunque la cuota española es sólida, la dependencia de un único tipo de pepino y la presión de precios en el norte de Europa limitan el margen de crecimiento. El peso de la cadena ICA en la distribución refuerza un canal concentrado que condiciona a los productores, obligando al sector a repensar su estrategia si quiere mantener competitividad y rentabilidad a medio plazo.
Le sigue Países Bajos, con 2.600 toneladas y 3,9 millones de euros en facturación. Aunque la cuota española es sólida, la dependencia de un único tipo de pepino y la presión de precios en el norte de Europa limitan el margen de crecimiento. El peso de la cadena ICA en la distribución refuerza un canal concentrado que condiciona a los productores, obligando al sector a repensar su estrategia si quiere mantener competitividad y rentabilidad a medio plazo.