Permitirá ofrecer al mercado soluciones para que este cultivo resista a algunos virus así como a los desafíos del cambio climático. Además se trata de demostrar que el incremento en el uso de los recursos genéticos resulta clave para la seguridad alimentaria y conseguir un producto final de mayor calidad.
El Instituto Universitario de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana participa con su banco de germoplasma que contiene una de las mayores colecciones de material genético de tomate y parientes silvestres. El proyecto involucra a agricultores, consumidores, chefs creadores de tendencias y universidades en actividades para el diseño de estrategias innovadoras que darán materiales de cultivo adaptados localmente.
El proyecto cuenta con cinco socios en España. El consorcio de Harnesston acoge a otras 15 entidades de Bulgaria, Francia, Italia, Israel, Países Bajos y Taiwán.
Permitirá ofrecer al mercado soluciones para que este cultivo resista a algunos virus así como a los desafíos del cambio climático. Además se trata de demostrar que el incremento en el uso de los recursos genéticos resulta clave para la seguridad alimentaria y conseguir un producto final de mayor calidad.
El Instituto Universitario de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana participa con su banco de germoplasma que contiene una de las mayores colecciones de material genético de tomate y parientes silvestres. El proyecto involucra a agricultores, consumidores, chefs creadores de tendencias y universidades en actividades para el diseño de estrategias innovadoras que darán materiales de cultivo adaptados localmente.
El proyecto cuenta con cinco socios en España. El consorcio de Harnesston acoge a otras 15 entidades de Bulgaria, Francia, Italia, Israel, Países Bajos y Taiwán.