En la introducción de su disertación, Garat ha destacado los valores de los profesionales de la pesca: "personas generosas que realizan un trabajo que requiere un esfuerzo impresionante, peligroso y vocacional; personas con valores de integridad, lealtad, disciplina, responsabilidad, sentido del deber, valor y compañerismo".
A pesar de ello, indicó Garat, la dimensión social de la pesca sigue siendo la gran olvidada de las políticas pesqueras y se ve relegada a un segundo plano frente a la dimensión medioambiental. Garat reconoce la importancia de asegurar el buen estado de los océanos y sus recursos, pero considera que ello no puede implicar olvidar las necesidades de los hombres y mujeres de la mar.
El olvido de la dimensión social de la pesca se produce, además, tras el enorme sacrificio hecho por los pescadores para adaptarse a la Política Pesquera Común (PPC) y asegurar el cumplimiento de los estándares más altos del mundo en materia de conservación, seguridad, control, sanitario, laboral, etc. Por ello, Garat considera necesario "dar la vuelta a la situación y posicionar al pescador en el centro del debate de la política pesquera de la UE y del mundo" y pone el acento en las oportunidades que ofrece el sector: "trabajar hoy en día en la pesca supone profesionalidad, estabilidad, hacer carrera en el mar, sentido de pertenencia, un estilo de vida y muchas satisfacciones personales".
Garat también recordó en su discurso de ingreso en la RAM la importancia de la ratificación por parte de España del Convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el trabajo en la pesca e incidió en la necesidad de que más países lo ratifiquen: "es la mejor forma de garantizar unas condiciones mínimas a bordo de los buques de pesca y condiciones de igualdad que permitan la competencia leal entre los pescadores de distintos países".
El secretario general de Cepesca se ha referido igualmente al peso socioeconómico de la pesca y al fruto de su actividad, la proteína animal más saludable y con menor impacto de huella de carbono que, como ha destacado, "no solo produce grandes beneficios para la salud, también produce felicidad de forma natural, puesto que el consumo de pescados y mariscos induce cambios en las neuronas que mejoran su conexión y producen serotonina".
En su discurso, Garat se ha referido a la visión medioambiental de la pesca, ámbito en el que "nuestro objetivo debe ser conseguir que el 100% de las poblaciones de peces y de los océanos estén gestionados de forma sostenible, y lograr un equilibrio entre la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales que nos ofrecen los océanos y la seguridad alimentaria".
En este sentido, compartió algunas historias de éxito en la gestión pesquera, como la del atún rojo del Atlántico Este y del Mediterráneo, y la de la merluza norte que captura la flota de Gran Sol. "En el Atlántico Nordeste, la gran mayoría de las poblaciones de peces se encuentran en Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) tras la reducción de la presión pesquera en un 50% en los últimos 13 años". Y, según la Comisión Europea (CE) y el Consejo Internacional de Exploración del Mar (CIEM), más del 99% de los desembarcos de poblaciones gestionadas por la UE se pescaron de forma sostenible.
Estos logros no son resultado de la casualidad, sino de la alianza de los pescadores con empresas tecnológicas, muchas de ellas españolas como Satlink, así como con la comunidad científica, para ser más selectivos, reducir el impacto medioambiental y ser más eficientes energéticamente. "En la UE hemos reducido las emisiones de CO2 en la pesca en más de un 50% desde los años 90", ha subrayado Garat, quien ha mencionado asimismo las iniciativas de los pescadores para reducir las capturas accesorias de aves marinas, tortugas o tiburones.
Por último, Garat ha vinculado la pesca al cristianismo, relatando algunos de los pasajes bíblicos que relacionan a Jesucristo con los pescadores. Tras parafrasear al Papa Francisco y a Monseñor Fernando Chica, Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, para vincular las vertientes social y medioambiental de la pesca, Garat concluyó su discurso recordando a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores y guía y protectora de los hombres y mujeres de la mar.
En la introducción de su disertación, Garat ha destacado los valores de los profesionales de la pesca: "personas generosas que realizan un trabajo que requiere un esfuerzo impresionante, peligroso y vocacional; personas con valores de integridad, lealtad, disciplina, responsabilidad, sentido del deber, valor y compañerismo".
A pesar de ello, indicó Garat, la dimensión social de la pesca sigue siendo la gran olvidada de las políticas pesqueras y se ve relegada a un segundo plano frente a la dimensión medioambiental. Garat reconoce la importancia de asegurar el buen estado de los océanos y sus recursos, pero considera que ello no puede implicar olvidar las necesidades de los hombres y mujeres de la mar.
El olvido de la dimensión social de la pesca se produce, además, tras el enorme sacrificio hecho por los pescadores para adaptarse a la Política Pesquera Común (PPC) y asegurar el cumplimiento de los estándares más altos del mundo en materia de conservación, seguridad, control, sanitario, laboral, etc. Por ello, Garat considera necesario "dar la vuelta a la situación y posicionar al pescador en el centro del debate de la política pesquera de la UE y del mundo" y pone el acento en las oportunidades que ofrece el sector: "trabajar hoy en día en la pesca supone profesionalidad, estabilidad, hacer carrera en el mar, sentido de pertenencia, un estilo de vida y muchas satisfacciones personales".
Garat también recordó en su discurso de ingreso en la RAM la importancia de la ratificación por parte de España del Convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el trabajo en la pesca e incidió en la necesidad de que más países lo ratifiquen: "es la mejor forma de garantizar unas condiciones mínimas a bordo de los buques de pesca y condiciones de igualdad que permitan la competencia leal entre los pescadores de distintos países".
El secretario general de Cepesca se ha referido igualmente al peso socioeconómico de la pesca y al fruto de su actividad, la proteína animal más saludable y con menor impacto de huella de carbono que, como ha destacado, "no solo produce grandes beneficios para la salud, también produce felicidad de forma natural, puesto que el consumo de pescados y mariscos induce cambios en las neuronas que mejoran su conexión y producen serotonina".
En su discurso, Garat se ha referido a la visión medioambiental de la pesca, ámbito en el que "nuestro objetivo debe ser conseguir que el 100% de las poblaciones de peces y de los océanos estén gestionados de forma sostenible, y lograr un equilibrio entre la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales que nos ofrecen los océanos y la seguridad alimentaria".
En este sentido, compartió algunas historias de éxito en la gestión pesquera, como la del atún rojo del Atlántico Este y del Mediterráneo, y la de la merluza norte que captura la flota de Gran Sol. "En el Atlántico Nordeste, la gran mayoría de las poblaciones de peces se encuentran en Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) tras la reducción de la presión pesquera en un 50% en los últimos 13 años". Y, según la Comisión Europea (CE) y el Consejo Internacional de Exploración del Mar (CIEM), más del 99% de los desembarcos de poblaciones gestionadas por la UE se pescaron de forma sostenible.
Estos logros no son resultado de la casualidad, sino de la alianza de los pescadores con empresas tecnológicas, muchas de ellas españolas como Satlink, así como con la comunidad científica, para ser más selectivos, reducir el impacto medioambiental y ser más eficientes energéticamente. "En la UE hemos reducido las emisiones de CO2 en la pesca en más de un 50% desde los años 90", ha subrayado Garat, quien ha mencionado asimismo las iniciativas de los pescadores para reducir las capturas accesorias de aves marinas, tortugas o tiburones.
Por último, Garat ha vinculado la pesca al cristianismo, relatando algunos de los pasajes bíblicos que relacionan a Jesucristo con los pescadores. Tras parafrasear al Papa Francisco y a Monseñor Fernando Chica, Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, para vincular las vertientes social y medioambiental de la pesca, Garat concluyó su discurso recordando a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores y guía y protectora de los hombres y mujeres de la mar.