La invasión de Ucrania por Rusia, los efectos colaterales de las sanciones al país de Putin, la crisis energética y su impacto en los sectores productivos y de distribución del país, sacuden España.

La industria de la Alimentación está al borde del abismo. La huelga del transporte, promovido por una organización minoritaria, ha impuesto las restricciones del suministro tanto de alimentos y otros productos al gran consumo, a los mercados centrales de España y ha quebrado el ritmo de suministro de frutas y hortalizas, carne y lácteos a la Unión Europea con una merma del flujo de mercancía. Un quiebre que pone en peligro a las granjas por la falta de alimento. El caos parece servido.

La espiral del desconcierto crece. Cataluña es el principal productor de piensos compuestos de España con el 20% de la producción. España controla el 15% de la producción comunitaria. La búsqueda de soluciones ha llevado a Andalucía a solicitar una excepción para cultivar 320.000 hectáreas en barbecho de la PAC de girasol y cereales.