Los hábitos de consumo en España han dado un giro claro: el valor de la marca pesa ya la mitad en la decisión de compra, frente al poco más del 40% de hace unos años.

Aun así, la fidelidad se desploma. Apenas el 35% de los compradores mantiene lealtad, mientras un 65% cambia según el precio y las promociones, poniendo en jaque a todo el sector.

El consumidor actual es más infiel y más exigente. Uno de cada tres está dispuesto a probar alternativas de inmediato, una cifra que se dispara entre los jóvenes. Seis de cada diez abandonan una marca solo por coste. La cultura del ahorro manda: el 77% compara precios más que antes y el 62% recorre varios establecimientos buscando ofertas.

Un mercado hipercompetitivo, donde la marca blanca y las promociones siguen creciendo, dejando claro que quien no se adapte, queda fuera del lineal mental del consumidor.

‍