Pese a las lluvias, Andalucía incrementa un 10% su superficie cultivada, y en Castilla y León no se prevé caída de producción.
El consumo de patata fresca cayó un 3% en 2024, hasta 762.100 toneladas, mientras que la patata congelada creció un 11%, alcanzando 51.900 toneladas.
Pese a las lluvias, Andalucía incrementa un 10% su superficie cultivada, y en Castilla y León no se prevé caída de producción.
El consumo de patata fresca cayó un 3% en 2024, hasta 762.100 toneladas, mientras que la patata congelada creció un 11%, alcanzando 51.900 toneladas.