Sin embargo, este crecimiento choca con una realidad crítica: los embalses marroquíes apenas alcanzan el 34,2% de su capacidad, un nivel alarmante que amenaza la sostenibilidad del sector. Mientras el país impulsa campañas para el uso racional del agua y medidas restrictivas ante la sequía, las exportaciones de aguacate superan las 60.000 toneladas, con España, Francia y Países Bajos como principales destinos. Una expansión que, pese a su éxito comercial, evidencia la paradoja económica de un cultivo intensivo que prospera en medio de la escasez.
Sin embargo, este crecimiento choca con una realidad crítica: los embalses marroquíes apenas alcanzan el 34,2% de su capacidad, un nivel alarmante que amenaza la sostenibilidad del sector. Mientras el país impulsa campañas para el uso racional del agua y medidas restrictivas ante la sequía, las exportaciones de aguacate superan las 60.000 toneladas, con España, Francia y Países Bajos como principales destinos. Una expansión que, pese a su éxito comercial, evidencia la paradoja económica de un cultivo intensivo que prospera en medio de la escasez.