El nuevo sistema obliga a almazaras a declarar anualmente su producción por categorías, mejorando así el análisis de mercado en el primer país productor del mundo. También se refuerza la trazabilidad de los subproductos, que ahora deberán ser declarados por extractoras y secaderos de orujo. Además, se actualiza el sistema SIMO y se eliminan formularios obsoletos, reduciendo carga administrativa.
El nuevo sistema obliga a almazaras a declarar anualmente su producción por categorías, mejorando así el análisis de mercado en el primer país productor del mundo. También se refuerza la trazabilidad de los subproductos, que ahora deberán ser declarados por extractoras y secaderos de orujo. Además, se actualiza el sistema SIMO y se eliminan formularios obsoletos, reduciendo carga administrativa.