Sin embargo, su productividad sigue rezagada: menos de 1 kilo por planta, frente a los 3 kilos de Chile y España. La brecha tecnológica y la falta de inversión limitan el crecimiento, mientras el potencial de triplicar hectáreas y volumen choca con una realidad productiva que amenaza su ambición económica.
Sin embargo, su productividad sigue rezagada: menos de 1 kilo por planta, frente a los 3 kilos de Chile y España. La brecha tecnológica y la falta de inversión limitan el crecimiento, mientras el potencial de triplicar hectáreas y volumen choca con una realidad productiva que amenaza su ambición económica.