Cobramos unos precios de ruina mientras los consumidores pagan cantidades desorbitadas, por Francisco Moscoso
3.23.2021

Cobramos unos precios de ruina mientras los consumidores pagan cantidades desorbitadas, por Francisco Moscoso

Entrevistas
Aug 5, 2024
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Entrevistas

Los datos macroeconómicos dicen una cosa, pero la realidad es muy diferente. El día a día de los agricultores y ganaderos andaluces se mantiene inalterable por mucho que las estadísticas oficiales quieran hacer ver a la sociedad que el campo no sufre. Puro espejismo que vuelve a denunciar UPA Andalucía en un mes de julio en el que se mantiene la gran diferencia entre el campo y la mesa. "Seguimos cobrando unos precios de ruina por nuestros productos mientras que los consumidores pagan por encima del 1.000% en muchos casos en los lineales. La diferencia entre lo que percibimos y lo que pagamos en las tiendas es desorbitada. Todos los productos consolidan la tendencia negativa para los dos eslabones más débiles de la cadena alimentaria. Entre ellos destacan el maíz dulce, con una diferencia de hasta el 2.400%. Le siguen la naranja, el limón y el tomate, que se venden por encima del 1.000% de incremento con respecto a lo que nos pagan a nosotros", critica el vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía, Francisco Moscoso.

Y esos precios de ruina no son cuestión de una sola provincia. Se dan en las ocho, con especial perjuicio en los cultivos de temporada. "La sandía y el melón, que son los productos estrella del verano, tienen una diferencia del 547% y del 466%, respectivamente, entre lo que nos pagan a nosotros y lo que pagan los consumidores. Mientras que en origen la sandía está a 21 céntimos, en los lineales la encontramos a 1,36 de media. El caso del melón es igual, de los 30 céntimos en origen al 1,70 euros en destino. Y así podemos seguir con todos los productos, porque los agricultores sufrimos en nuestras carnes la política abusiva y especulativa de los intermediarios y de la gran distribución", lamenta Francisco Moscoso.

La falta de agua y de riego ha hecho, también, que muchos cultivos se hayan dejado de sembrar, como es el caso del ajo y de la cebolla, por ejemplo, en provincias como Córdoba, lo que ha incrementado los precios en destino mientras que los ha hundido en origen. "El ajo nos lo han pagado a 1,30 euros el kilo, mientras el consumidor ha tenido que abonar hasta 7 euros. En cuanto a la cebolla, la situación es peor porque nos han pagado a nosotros 0,27 céntimos y el consumidor ha pagado hasta 1,85 euros por kilo. Son diferencias inasumibles para los dos eslabones más débiles de la cadena", insiste el vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía.

Redacción ADN TV
Redacción

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