Y esos precios de ruina no son cuestión de una sola provincia. Se dan en las ocho, con especial perjuicio en los cultivos de temporada. "La sandía y el melón, que son los productos estrella del verano, tienen una diferencia del 547% y del 466%, respectivamente, entre lo que nos pagan a nosotros y lo que pagan los consumidores. Mientras que en origen la sandía está a 21 céntimos, en los lineales la encontramos a 1,36 de media. El caso del melón es igual, de los 30 céntimos en origen al 1,70 euros en destino. Y así podemos seguir con todos los productos, porque los agricultores sufrimos en nuestras carnes la política abusiva y especulativa de los intermediarios y de la gran distribución", lamenta Francisco Moscoso.
La falta de agua y de riego ha hecho, también, que muchos cultivos se hayan dejado de sembrar, como es el caso del ajo y de la cebolla, por ejemplo, en provincias como Córdoba, lo que ha incrementado los precios en destino mientras que los ha hundido en origen. "El ajo nos lo han pagado a 1,30 euros el kilo, mientras el consumidor ha tenido que abonar hasta 7 euros. En cuanto a la cebolla, la situación es peor porque nos han pagado a nosotros 0,27 céntimos y el consumidor ha pagado hasta 1,85 euros por kilo. Son diferencias inasumibles para los dos eslabones más débiles de la cadena", insiste el vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía.