La Hojiblanca, principal variedad, caerá un 13,1% hasta las 255.000 toneladas, mientras que la Manzanilla baja un 2,2%. En contraste, la Cascarreña multiplica su volumen por cuatro, con un crecimiento del 364%, y la Cacereña sube un 74%.
Si se compara con la media de las últimas cuatro campañas, la producción global avanza un 11,9%, pero el desequilibrio varietal y la inestabilidad climática plantean dudas sobre la rentabilidad real del sector. Producir más no siempre significa ganar más: con costes al alza y mercados cada vez más competitivos, la aceituna de mesa española necesita más que volumen para asegurar su futuro.
La Hojiblanca, principal variedad, caerá un 13,1% hasta las 255.000 toneladas, mientras que la Manzanilla baja un 2,2%. En contraste, la Cascarreña multiplica su volumen por cuatro, con un crecimiento del 364%, y la Cacereña sube un 74%.
Si se compara con la media de las últimas cuatro campañas, la producción global avanza un 11,9%, pero el desequilibrio varietal y la inestabilidad climática plantean dudas sobre la rentabilidad real del sector. Producir más no siempre significa ganar más: con costes al alza y mercados cada vez más competitivos, la aceituna de mesa española necesita más que volumen para asegurar su futuro.