Este otoño, Aldi ha adquirido 8.490 toneladas de frutas y verduras españolas, un 30% más que en 2024, reforzando su apuesta por el producto nacional.

Con más de 480 tiendas y 7,7 millones de clientes, la cadena presume de que 9 de cada 10 verduras y 7 de cada 10 frutas en sus lineales son de origen español. Pero la clave está en el bolsillo: su surtido de más de 400 referencias frescas resulta un 13% más barato que la media del sector, lo que supone 250 euros de ahorro al año por hogar. La pregunta es si esta estrategia de precios, que presiona a productores y pequeños comercios, es sostenible a largo plazo o si solo consolida el dominio de las grandes cadenas en el mercado alimentario.

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