Autoridades de Alemania retiraron en marzo de los lineales de los supermercados una partida de pimientos. El motivo obedeció a la detección en los pimientos procedentes de Turquía, residuos en exceso de pesticidas.

Su retirada evitó un perjuicio a los consumidores. El residuo hallado fue el fungicida Iprodiona. Este producto actúa por contacto contra la botrytis y otras enfermedades fúngicas. Puede causar efectos cancerígenos, además de irritación en los ojos y la piel.