El optimismo se ha instalado en las bodegas alemanas. Los viticultores recuperaron en 2021 el pulso con una producción de 8,41 millones de hectolitros de vino, mosto incluido, en 2020. La rentabilidad obtenida el pasado año es considerada buena por casi la mitad de las bodegas. En concreto, la cosecha de otoño posibilitó una producción de 318.000 hectolitros de vino. Para este año se espera un nuevo aumento.

La fruta dejo buen sabor de boca a sus productores. El 40% considera que los precios recibidos fueron satisfactorios y buenos. La cosecha de manzanas fue en otoño de 935.000 toneladas, un 4,1% más que en 2020. Sin embargo, las expectativas de rentabilidad para 2022 son bastantes bajas por el aumento de la producción en Europa. Una situación que se endurecerá por la presión de las manzanas polacas que, debido al conflicto bélico, no llegarán al mercado bielorruso.

El incremento de los costos ha golpeado el clima en el negocio del sector lácteo. Para 2022, las lecherías y quesería alpinas esperan un aumento de los precios de venta, aunque insuficientes para hacer frente a los costes de explotación energéticos y de alimentación como consecuencia del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania.