En 2023, la comercialización de productos fitosanitarios en España cayó un 6%, con descensos significativos en fungicidas y herbicidas, confirmando una tendencia a la baja de los últimos años.

Pese a la narrativa oficial de sostenibilidad, la realidad económica del sector afronta tensiones: menos volumen comercial implica menos ingresos para distribuidores y fabricantes, mientras la competencia internacional y la presión normativa aumentan. El registro electrónico contabilizó 5,87 millones de transacciones en 2024, un 9% más que en 2023, reflejando adaptación, pero también una mayor burocratización. Sin una actualización efectiva del Plan de Uso Sostenible, el sector corre el riesgo de perder competitividad en un mercado cada vez más regulado y exigente.

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