La intención de ahorro tampoco despega, situándose en un 45,8%, lo que refleja una economía doméstica atada de pies y manos por la falta de capacidad financiera. Aunque la percepción personal mejora tímidamente, alcanzando los 6,59 puntos sobre 10, la visión de la situación general del país sigue deteriorándose, cayendo a 5,34 puntos, casi dos décimas menos que hace un año. Con salarios que apenas cubren la inflación y un poder adquisitivo en retroceso, el supuesto crecimiento económico no llega al bolsillo del ciudadano medio, que sigue obligado a elegir entre gastar o sobrevivir.
La intención de ahorro tampoco despega, situándose en un 45,8%, lo que refleja una economía doméstica atada de pies y manos por la falta de capacidad financiera. Aunque la percepción personal mejora tímidamente, alcanzando los 6,59 puntos sobre 10, la visión de la situación general del país sigue deteriorándose, cayendo a 5,34 puntos, casi dos décimas menos que hace un año. Con salarios que apenas cubren la inflación y un poder adquisitivo en retroceso, el supuesto crecimiento económico no llega al bolsillo del ciudadano medio, que sigue obligado a elegir entre gastar o sobrevivir.