Alemania es, tras España y Marruecos, clave en el flujo de calabacín para los consumidores europeos, que consumen anualmente casi 470 millones de kilogramos por valor de casi 495 millones de euros.

La reexportación juega papel clave. Los operadores germanos venden en el mercado de la Unión Europea casi 26 millones de kilogramos por un valor de casi 31 millones de euros. España introduce en el mercado comunitario 305 millones de kilogramos, casi 100 millones más que hace 10 años.

El 65% de los calabacines por los consumidores comunitarios son españoles. Turquía y Países Bajos ocupan la cuarta y quinta posición en los envíos de calabacín al mercado de la UE.