El sector español de frutas y hortalizas frescas vive un año de contrastes. A pesar de que los dos destinos principales, Alemania y Francia, mantienen estables sus compras —2,4 y 1,5 millones de toneladas hasta agosto— el conjunto de las exportaciones retrocede un 2%, quedando en 8,2 millones de toneladas. El frenazo llega por mercados estratégicos como Reino Unido, que cae un 2%, y Países Bajos, con un descenso del 5%.

Paradójicamente, mientras el volumen se estanca, el valor exportado crece en todos los destinos. Alemania suma ya 3.929 millones de euros (+11%), Francia 2.100 millones (+7%), Reino Unido 1.604 millones (+3%) y Países Bajos 999 millones (+6%). Un avance que evidencia el encarecimiento del producto y la presión inflacionaria del sector.

La UE concentra el 84% de las ventas, 6,9 millones de toneladas, mientras que fuera del bloque solo se alcanzan 1,3 millones, un 5% menos, reflejando la escasa apertura de nuevos mercados. En total, el valor exportado asciende a 13.074 millones de euros, un incremento del 8%, pero con un sector que sigue dependiendo de pocos destinos y mostrando una preocupante falta de diversificación.

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