La industria de alimentación está superando la crisis de la Covid19, la guerra de Ucrania y las adversidades climatológicas con cifras superiores a la del resto de la economía española. Actualmente, la fortaleza de la industria española hace que el empleo alcance el 22% en este segmento. Esto es, uno de cada cinco personas que trabaja en la industria lo hace en empresas del sector alimentario.

El avance en el número de afiliados a la Seguridad Social es del 3,2% con casi 455.000 empleos directos, por encima del crecimiento de la industria manufacturera que alcanzó el 2,4%. Para bien de la industria, la PYME es con el 96% del tejido empresarial el elemento central del sector. Las empresas con menos de 10 asalariados generan el 78,8% de la actividad en el sector de la alimentación y las bebidas.

La presión de costes laborales que el sector soporta es un 0,7% más elevado que el registrado por el conjunto de la economía del 0,3%. Con perfiles de menores de 35 años, el empleo joven supone el 27,2% de los trabajadores y consolida la tasa de empleo femenino en más del 39%. Ellas destacan en el ámbito del I+D con el 48,9% y en la investigación la cuota de mujeres supera el 52%. Un tercio de los trabajadores cuenta con estudios universitarios o de formación profesional.