El pistacho es un cultivo de moda en  España. En Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha, el cultivo se ha  disparado. El motivo es el precio: el convencional se vende a 8,25 euros el  kilogramo y el ecológico a 11,5 euros. Su cultivo se ha multiplicado por 40  en 10 años.  

Castilla La Mancha alberga el 81% de las tierras sembradas en el país. Cifra que significa un boom que ha revolucionado  el campo manchego. En 2020 se registraban en España  44.244 hectáreas sembradas. Tras Irán, Turquía, Estados Unidos y Siria,  España se ha convertido en el quinto productor mundial del fruto seco y  primero de Europa.

Un ejemplo del futuro de este cultivo en España es Magid Rahmati, empresario de una familia que lleva 300 años cultivando pistacho en Irán y que trabaja en producir un millón de plantas al año en Extremadura, asegura que esta región es un lugar ideal para plantar pistachos. Su compañía, Pistachos Ibero-Persa, quiere convertirse en una potencial mundial con esta capacidad de producción que igualaría a nueve plantaciones en el mundo: cinco en Estados Unidos y cuatro en Irán.