La inflación alcanzó este mes de septiembre el 3,5%. La escalada de precios, nueve décimas superior al mes de agosto, se debe a la subida de la energía, principalmente a la subida de la electricidad y, en menor medida a la subida de los carburantes.

El camino en la desaceleración de los precios es tendencia si se atiende a la bajada de tres décimas que ha experimentado la inflación subyacente, que excluye los alimentos frescos y energía, hasta situarse en el 5,8%. A pesar de todo esto, las instituciones no esperan que la inflación llegue al 2% hasta 2025, objetivo primordial para el Banco Central Europeo. Así, se espera que en España el Índice de Precios al Consumo (IPC) se mueva en la horquilla del 3,5% y el 4%.