España, que importa 200.000 toneladas anuales de manzana procedentes de Francia, Italia, Portugal y  Polonia, a través de 10.000 camiones que generan unos 10 millones de toneladas de CO2, dispone de zonas geográficas con excelentes condiciones climáticas que producen manzanas y peras suficientes para dar respuesta a la demanda de los consumidores.

Este planteamiento de AFRUCAT es esgrimido para  reclamar una apuesta por la producción y el consumo de la cosecha nacional.  Una producción local que, aseguran, permitiría acabar con la despoblación de  las zonas rurales.  

El 45% de los españoles confía en la calidad ybeneficios medioambientales de la producción nacional. De hecho, en 2020 sedisparó el consumo de manzanas en 500.000 kilogramos.