

Europa vuelve a mostrar su debilidad estructural: 140 millones de hectolitros, apenas un 2% más, pero aún un 8% por debajo de su nivel medio. Mientras Italia sube hasta los 47,3 millones, Francia cae un 16% y España retrocede otro 6%, confirmando que el Viejo Continente ya no es inmune al impacto climático ni a la pérdida de competitividad.
Y, mientras tanto, con inventarios altos y mercados maduros en retroceso, el sector sigue sin una estrategia clara para recuperar valor: un mercado más ajustado, sí, pero lejos de ser rentable.


Europa vuelve a mostrar su debilidad estructural: 140 millones de hectolitros, apenas un 2% más, pero aún un 8% por debajo de su nivel medio. Mientras Italia sube hasta los 47,3 millones, Francia cae un 16% y España retrocede otro 6%, confirmando que el Viejo Continente ya no es inmune al impacto climático ni a la pérdida de competitividad.
Y, mientras tanto, con inventarios altos y mercados maduros en retroceso, el sector sigue sin una estrategia clara para recuperar valor: un mercado más ajustado, sí, pero lejos de ser rentable.