En 2023 se detectaron 130 plaguicidas distintos en los alimentos, un 23% más que el año anterior, según informe presentado por Ecologistas en Acción. El 37% de las 2.492 muestras analizadas contenía residuos químicos, porcentaje que sube al 41% en frutas y verduras.
Las mandarinas encabezan el ránking, con 31 plaguicidas diferentes. El 83% de las muestras estaba contaminado y, lo más preocupante, el 69% contenía varios químicos a la vez, llegando en un caso a 9 plaguicidas simultáneos.
El panorama es alarmante: se identificaron 4 sustancias prohibidas en la UE, 4 plaguicidas PFAS, 18 disruptores endocrinos y 4 químicos catalogados como candidatos a sustitución por su elevada toxicidad.
Más allá del riesgo sanitario, esta situación cuestiona la competitividad de un sector que prioriza tratamientos postcosecha y conservación para exportar, mientras erosiona la confianza del consumidor y el valor económico de su propia producción.
En 2023 se detectaron 130 plaguicidas distintos en los alimentos, un 23% más que el año anterior, según informe presentado por Ecologistas en Acción. El 37% de las 2.492 muestras analizadas contenía residuos químicos, porcentaje que sube al 41% en frutas y verduras.
Las mandarinas encabezan el ránking, con 31 plaguicidas diferentes. El 83% de las muestras estaba contaminado y, lo más preocupante, el 69% contenía varios químicos a la vez, llegando en un caso a 9 plaguicidas simultáneos.
El panorama es alarmante: se identificaron 4 sustancias prohibidas en la UE, 4 plaguicidas PFAS, 18 disruptores endocrinos y 4 químicos catalogados como candidatos a sustitución por su elevada toxicidad.
Más allá del riesgo sanitario, esta situación cuestiona la competitividad de un sector que prioriza tratamientos postcosecha y conservación para exportar, mientras erosiona la confianza del consumidor y el valor económico de su propia producción.