La difícil situación que vive el consumidor español hace que se cambien las pautas alimenticias que se transmitían de generación en generación. En la actualidad el consumidor, arrastrado por el impulso de la Covid-19 y la agudizada crisis económica, se está centrando en la búsqueda de promociones en los alimentos a la hora de hacer la compra, así el 80% de los consumidores tiene como objetivo principal las promociones. Esta cifra ha aumentado casi un 30% desde el año 2017 cuando sólo representaba el 57,5%. Así se desprende de los datos ofrecidos por el informe Alimentación en la Sociedad del Siglo XXI Post Pandemia: Decisión Alimentaria (2022) de Fundación Mapfre.

En la búsqueda de la promoción junto con la reducción del desperdicio alimentario más del 52% de los consumidores admite comprar a granel para evitar los envases, hacen que el consumidor se fije en la fecha de caducidad (90,9%) y el precio (88,3%). En esta línea, quien nunca tira alimentos es quien tiene un nivel de ingresos inferior a los 1.000 euros. Destacable es el hecho de la reducción en la importancia que el consumidor le da a que los alimentos sean respetuosos/sostenibles o saludables al pasar del 59,5% en 2017 al 54;9% el pasado año 2022.

El estudio revela como el 35,5% de la población estima que su situación económica ha empeorado tras la Covid-19, para más de un 50% no ha variado, y para un 12,9% su economía ha mejorado. De manera generalizada muchos se decantan por marca de distribución y productos más económicos, en general de peor calidad.