

En menos de veinte años, sus exportaciones de frutas y hortalizas han crecido un 120% en volumen y se han multiplicado por cinco en valor, gracias a cultivos estratégicos como el aguacate y el tomate, que hoy marcan el ritmo del mercado.
La apertura a Asia y el respaldo financiero internacional han permitido un crecimiento del 500% en sus ventas exteriores, con Reino Unido y Países Bajos absorbiendo el 29% del total, y Francia y España el 49%.
Mientras tanto, Europa mantiene un discurso de regulación y sostenibilidad, pero enfrenta la paradoja de depender cada vez más de un proveedor que avanza con rapidez, diversificación y márgenes que el sector comunitario difícilmente puede replicar.


En menos de veinte años, sus exportaciones de frutas y hortalizas han crecido un 120% en volumen y se han multiplicado por cinco en valor, gracias a cultivos estratégicos como el aguacate y el tomate, que hoy marcan el ritmo del mercado.
La apertura a Asia y el respaldo financiero internacional han permitido un crecimiento del 500% en sus ventas exteriores, con Reino Unido y Países Bajos absorbiendo el 29% del total, y Francia y España el 49%.
Mientras tanto, Europa mantiene un discurso de regulación y sostenibilidad, pero enfrenta la paradoja de depender cada vez más de un proveedor que avanza con rapidez, diversificación y márgenes que el sector comunitario difícilmente puede replicar.