El impuesto Especial a los Envases de Plástico no Reutilizables, que entrará en vigor este próximo 1 de enero de 2023, tendrá un impacto directo en las compañías del sector de alrededor de 690 millones de euros, a lo que habría que sumar el de la Responsabilidad Ampliada del Productor, que puede suponer otra carga de unos 1.150 millones de euros, según los datos suministrados por la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). España será el único país de la Unión Europea que contaría con un impuesto de estas características tras la medida adoptada por Italia de suspender la entrada en vigor del Impuesto al plástico.

Desde la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF) se considera que los costes de gestión administrativa del impuesto excederían en la mayor parte de los casos el importe a recaudar por la Administración Tributaria. De igual modo, se denuncia que afecte no solo a envases sino a embalajes de todo tipo; que afecta no solo a fabricantes sino a cualquiera que efectúe importaciones de bienes; impone un límite exento bajísimo, 5 Kg/mes; impone obligaciones formales de muy difícil o imposible cumplimiento, entre otros.