La decisión del Tribunal General de la UE de anular el acuerdo de comercio y de  pesca entre la UE y Marruecos ha generado un sismo político y diplomático entre Bruselas y Rabat.  

Marruecos batía en 2020 su record histórico en exportaciones de frutas y hortalizas a  los mercados comunitarios, fulminando la hegemonía andaluza en tomate y  sandía. Ahora, si esta sentencia se hace firme, 2021 puede abrir un nuevo camino para las exportaciones hortofrutícolas españolas a los mercados comunitarios.

Mientras tanto, el pesimismo ha inundado al sector pesquero. La incertidumbre se ha  adueñado de las familias que están detrás de las 47 embarcaciones andaluzas,  93 en toda España, que faenan en aguas cercanas al Sahara Occidental. De  momento, seguirán faenando.

Las capturas europeas en el caladero marroquí rondan las 83.000 toneladas por año, por un valor de 80 millones de euros. Por cada euro que invierte Bruselas se producen 2,78 eurosde valor añadido para el sector pesquero europeo. La UE deberá pagar 55 millones de euros en 2022 y 2023 de mantenerse el actual acuerdo de pesca.