

De los 10 millones de unidades que se producen en España, Almería y Granada concentran el 36%, con un incremento respecto al año anterior. Solo en esta campaña, los viveros almerienses han sembrado más de tres millones de plantas, en un proceso escalonado que combina precisión técnica, control lumínico y riego individualizado.
Sin embargo, pese a su alta calidad, el sector opera con márgenes económicos muy ajustados. La logística limitada y el consumo estacional frenan la expansión a nuevos mercados, aunque un 15% de la producción ya se exporta a países como Francia, Portugal e Italia.
La luz natural del sur confiere mayor durabilidad a las plantas, consolidando el sello almeriense como sinónimo de excelencia. El reto ahora pasa por invertir en I+D, sostenibilidad y formación técnica, claves para mantener la competitividad en un mercado cada vez más exigente.


De los 10 millones de unidades que se producen en España, Almería y Granada concentran el 36%, con un incremento respecto al año anterior. Solo en esta campaña, los viveros almerienses han sembrado más de tres millones de plantas, en un proceso escalonado que combina precisión técnica, control lumínico y riego individualizado.
Sin embargo, pese a su alta calidad, el sector opera con márgenes económicos muy ajustados. La logística limitada y el consumo estacional frenan la expansión a nuevos mercados, aunque un 15% de la producción ya se exporta a países como Francia, Portugal e Italia.
La luz natural del sur confiere mayor durabilidad a las plantas, consolidando el sello almeriense como sinónimo de excelencia. El reto ahora pasa por invertir en I+D, sostenibilidad y formación técnica, claves para mantener la competitividad en un mercado cada vez más exigente.