Esta medida, que busca generar recursos estables para promoción, innovación y apertura de mercados, impactará directamente en los márgenes de agricultores y cooperativas, ya castigados por el aumento de costes y la competencia internacional. Con más de 45% del presupuesto destinado a campañas de consumo, un 40% para estudios de mercado e información sectorial y solo hasta un 5% para I+D+i, el plan abre el debate sobre si la carga económica impuesta al sector se traducirá realmente en una mayor rentabilidad y competitividad internacional, o si acabará tensionando aún más a una cadena productiva que lucha por mantener precios sostenibles en origen.
Esta medida, que busca generar recursos estables para promoción, innovación y apertura de mercados, impactará directamente en los márgenes de agricultores y cooperativas, ya castigados por el aumento de costes y la competencia internacional. Con más de 45% del presupuesto destinado a campañas de consumo, un 40% para estudios de mercado e información sectorial y solo hasta un 5% para I+D+i, el plan abre el debate sobre si la carga económica impuesta al sector se traducirá realmente en una mayor rentabilidad y competitividad internacional, o si acabará tensionando aún más a una cadena productiva que lucha por mantener precios sostenibles en origen.