El verano concentra el 26% de los casos, solo por detrás del invierno, afectando especialmente a alimentación y bebidas, responsables del 43% de las pérdidas estivales, con productos como vinos, embutidos, aceites y conservas entre los más sustraídos.
El informe alerta de un fenómeno estructural, dominado por bandas organizadas y multirreincidentes, con una media de 16.000 incidentes por cadena y 80,5 euros por hurto. Categorías como cuidado personal (31%), bricolaje, electrónica y textil también sufren incrementos notables.
El impacto económico de esta pérdida desconocida obliga a la distribución a reforzar sus estrategias de prevención, ya que el hurto masivo compromete márgenes, inversión y competitividad en un sector ya tensionado por costes crecientes y guerra de precios.
El verano concentra el 26% de los casos, solo por detrás del invierno, afectando especialmente a alimentación y bebidas, responsables del 43% de las pérdidas estivales, con productos como vinos, embutidos, aceites y conservas entre los más sustraídos.
El informe alerta de un fenómeno estructural, dominado por bandas organizadas y multirreincidentes, con una media de 16.000 incidentes por cadena y 80,5 euros por hurto. Categorías como cuidado personal (31%), bricolaje, electrónica y textil también sufren incrementos notables.
El impacto económico de esta pérdida desconocida obliga a la distribución a reforzar sus estrategias de prevención, ya que el hurto masivo compromete márgenes, inversión y competitividad en un sector ya tensionado por costes crecientes y guerra de precios.