Las grandes concentraciones siguen estando muy condicionadas a la evolución de la pandemia, y en este momento, los responsables de las organizaciones agrarias y cooperativas consideran que el aplazamiento de la gran manifestación regional que se estaba preparando en Sevilla para el 20 de enero es lo más prudente. Por ello, en un ejercicio de responsabilidad, posponen la celebración de esta gran protesta del campo y confirman su participación en la que está previsto convocar a nivel nacional en el mes de marzo. Si bien, mantienen abierta la posibilidad de organizar en Andalucía otras protestas de carácter provincial que no conlleven una excesiva concentración de personas.
El varapalo de la reforma de la PAC (Andalucía es la región que más pierde), la grave crisis de precios, la insoportable subida de los costes de producción y los problemas y los costes laborales, y la falta de control de las importaciones, llevaron a las organizaciones agrarias y cooperativas a organizar una primera protesta el pasado 21 de diciembre en Córdoba y a anunciar una gran manifestación regional en Sevilla en el mes de enero, que es la que ahora queda aplazada, que no suspendida puesto que por desgracia, los problemas que llevaron a las organizadores a anunciarla se mantienen, e incluso en algunos casos se están viendo agravados.
La grave crisis generada por el indiscriminado aumento de los costes de producción está lastrando la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas y ganaderas de la comunidad autónoma. Los costes de producción se han disparado para los agricultores y ganaderos a niveles nunca vistos. Los piensos para el ganado se han encarecido un 30% en el último año. También son más caras las semillas (+20%); los abonos (+150%); el agua (+33%) o los plásticos que se utilizan en los cultivos de invernadero (+46%). Pero las subidas más espectaculares son las que afectan al gasóleo que usan los tractores (+73%) y a la energía eléctrica (+270%). También, el SMI ha subido un 29,7% en los últimos tres años.
Mientras esto ocurre, los alimentos siguen encareciéndose en la cesta de la compra para los consumidores, que pagan más por los productos que adquieren. Un aumento de precios que, sin embargo, no repercute en los agricultores y ganaderos, el primer eslabón de la cadena alimentaria, que ven cómo se incrementan sus pérdidas porque ni siquiera cubren los costes de producción con la venta y además verán mermada sus rentas con el recorte severo de la nueva PAC. De ahí que ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía continuemos reclamando a las administraciones medidas que reviertan esta situación al objeto de que los agricultores y ganaderos tengan precios que les permitan vivir dignamente de sus explotaciones.
Las grandes concentraciones siguen estando muy condicionadas a la evolución de la pandemia, y en este momento, los responsables de las organizaciones agrarias y cooperativas consideran que el aplazamiento de la gran manifestación regional que se estaba preparando en Sevilla para el 20 de enero es lo más prudente. Por ello, en un ejercicio de responsabilidad, posponen la celebración de esta gran protesta del campo y confirman su participación en la que está previsto convocar a nivel nacional en el mes de marzo. Si bien, mantienen abierta la posibilidad de organizar en Andalucía otras protestas de carácter provincial que no conlleven una excesiva concentración de personas.
El varapalo de la reforma de la PAC (Andalucía es la región que más pierde), la grave crisis de precios, la insoportable subida de los costes de producción y los problemas y los costes laborales, y la falta de control de las importaciones, llevaron a las organizaciones agrarias y cooperativas a organizar una primera protesta el pasado 21 de diciembre en Córdoba y a anunciar una gran manifestación regional en Sevilla en el mes de enero, que es la que ahora queda aplazada, que no suspendida puesto que por desgracia, los problemas que llevaron a las organizadores a anunciarla se mantienen, e incluso en algunos casos se están viendo agravados.
La grave crisis generada por el indiscriminado aumento de los costes de producción está lastrando la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas y ganaderas de la comunidad autónoma. Los costes de producción se han disparado para los agricultores y ganaderos a niveles nunca vistos. Los piensos para el ganado se han encarecido un 30% en el último año. También son más caras las semillas (+20%); los abonos (+150%); el agua (+33%) o los plásticos que se utilizan en los cultivos de invernadero (+46%). Pero las subidas más espectaculares son las que afectan al gasóleo que usan los tractores (+73%) y a la energía eléctrica (+270%). También, el SMI ha subido un 29,7% en los últimos tres años.
Mientras esto ocurre, los alimentos siguen encareciéndose en la cesta de la compra para los consumidores, que pagan más por los productos que adquieren. Un aumento de precios que, sin embargo, no repercute en los agricultores y ganaderos, el primer eslabón de la cadena alimentaria, que ven cómo se incrementan sus pérdidas porque ni siquiera cubren los costes de producción con la venta y además verán mermada sus rentas con el recorte severo de la nueva PAC. De ahí que ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía continuemos reclamando a las administraciones medidas que reviertan esta situación al objeto de que los agricultores y ganaderos tengan precios que les permitan vivir dignamente de sus explotaciones.