La mesa sectorial avícola de puesta y carne confirma que la influencia aviar ha marcado el año, reduciendo el censo de gallinas ponedoras y elevando el precio del huevo un 30% respecto a 2024. Aun así, el balance de 2025 es favorable, consolidando al sector como pieza clave de la ganadería española por su peso económico y su capacidad de abastecimiento.

La producción y el consumo han crecido con fuerza, respaldados por precios altos y una competitividad que se mantiene estable. En el ámbito sanitario, la enfermedad está bajo control, con 14 focos en el último año y sin restricciones vigentes tras levantarse las de Valladolid, lo que permite recuperar plenamente los movimientos comerciales.

El ministerio trabaja ya en la autodeclaración de país libre ante la OMSA, mientras siguen detectándose casos en fauna silvestre, lo que obliga a mantener medidas estrictas de bioseguridad y el confinamiento de aves de corral.

La mesa también evaluó el primer año de la normativa de comercialización de huevos, que mejora la trazabilidad, y avanzó en la futura regulación de carne avícola. Además, analizó el impacto de los acuerdos UE–Ucrania y Mercosur, reclamando cláusulas de salvaguardia para proteger la producción europea.

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