

En el acumulado de enero a agosto, las ventas exteriores aumentaron un 5,1%, pero las compras del exterior lo hicieron un 7,6%, situando el saldo en 12.545 millones de euros, por debajo del ejercicio previo.
Un resultado que refleja la pérdida de competitividad del sector agroalimentario en un contexto de costes crecientes, presión importadora y márgenes cada vez más ajustados.


En el acumulado de enero a agosto, las ventas exteriores aumentaron un 5,1%, pero las compras del exterior lo hicieron un 7,6%, situando el saldo en 12.545 millones de euros, por debajo del ejercicio previo.
Un resultado que refleja la pérdida de competitividad del sector agroalimentario en un contexto de costes crecientes, presión importadora y márgenes cada vez más ajustados.