

Las hortalizas sufren la mayor caída, con un descenso del 5% en volumen y del 16% en el caso del tomate, que pierde peso como producto emblemático. Aun así, su valor total aumentó un 3%, hasta 5.513 millones de euros.
Por el contrario, las frutas frescas se mantuvieron estables en volumen, con 4,6 millones de toneladas, pero crecieron un 11% en valor, alcanzando 7.561 millones. Destacan la naranja (+11% en volumen, +12% en valor), la sandía (+4% y +13%) y la fresa, con 845 millones de euros (+9%).
El sector sostiene su facturación a base de precios, pero la pérdida de volumen revela una debilidad estructural: menos competitividad y mayor presión de costes en un mercado internacional cada vez más exigente.


Las hortalizas sufren la mayor caída, con un descenso del 5% en volumen y del 16% en el caso del tomate, que pierde peso como producto emblemático. Aun así, su valor total aumentó un 3%, hasta 5.513 millones de euros.
Por el contrario, las frutas frescas se mantuvieron estables en volumen, con 4,6 millones de toneladas, pero crecieron un 11% en valor, alcanzando 7.561 millones. Destacan la naranja (+11% en volumen, +12% en valor), la sandía (+4% y +13%) y la fresa, con 845 millones de euros (+9%).
El sector sostiene su facturación a base de precios, pero la pérdida de volumen revela una debilidad estructural: menos competitividad y mayor presión de costes en un mercado internacional cada vez más exigente.