Mientras cereales, lácteos y azúcar registraron caídas, la carne y los aceites vegetales dispararon el promedio. La carne alcanzó su máximo histórico, con 127,3 puntos, un 6 % más que en 2024, liderada por el bovino y el ovino. Los aceites vegetales subieron un 7,1 % en un solo mes, tocando el nivel más alto en tres años, impulsados por la palma, la soja y el girasol.
En contraste, los cereales bajaron un 0,8 %, aunque el maíz y la cebada se encarecieron. El azúcar acumula cinco meses de descensos, y los lácteos frenaron su racha alcista, aunque siguen 21,5 % más caros que hace un año.
La realidad: el mercado global ajusta precios a su favor y la factura alimentaria sigue creciendo, pese a la caída de algunas materias primas.
Mientras cereales, lácteos y azúcar registraron caídas, la carne y los aceites vegetales dispararon el promedio. La carne alcanzó su máximo histórico, con 127,3 puntos, un 6 % más que en 2024, liderada por el bovino y el ovino. Los aceites vegetales subieron un 7,1 % en un solo mes, tocando el nivel más alto en tres años, impulsados por la palma, la soja y el girasol.
En contraste, los cereales bajaron un 0,8 %, aunque el maíz y la cebada se encarecieron. El azúcar acumula cinco meses de descensos, y los lácteos frenaron su racha alcista, aunque siguen 21,5 % más caros que hace un año.
La realidad: el mercado global ajusta precios a su favor y la factura alimentaria sigue creciendo, pese a la caída de algunas materias primas.