En volumen, las importaciones también crecen con fuerza: 254.385 toneladas, un 26% más interanual. En cinco años, el valor importado desde Marruecos ha aumentado un 56%, mientras que el volumen creció un 13%.
El incremento se vincula a fallos estructurales en el sistema de precios de entrada que debería proteger la producción comunitaria, especialmente en productos como el tomate. A ello se suma el auge de invernaderos en el Sáhara Occidental, donde ya se produce para la exportación.
El sector hortofrutícola nacional exige una revisión urgente del Acuerdo de Asociación con Marruecos y el cumplimiento estricto de las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que prohíben ventajas arancelarias y obligan a identificar claramente el origen de los productos procedentes del Sáhara.
En volumen, las importaciones también crecen con fuerza: 254.385 toneladas, un 26% más interanual. En cinco años, el valor importado desde Marruecos ha aumentado un 56%, mientras que el volumen creció un 13%.
El incremento se vincula a fallos estructurales en el sistema de precios de entrada que debería proteger la producción comunitaria, especialmente en productos como el tomate. A ello se suma el auge de invernaderos en el Sáhara Occidental, donde ya se produce para la exportación.
El sector hortofrutícola nacional exige una revisión urgente del Acuerdo de Asociación con Marruecos y el cumplimiento estricto de las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que prohíben ventajas arancelarias y obligan a identificar claramente el origen de los productos procedentes del Sáhara.