

Con 41 lonjas y 350 referencias activas, la cadena presume de capilaridad, pero pone en evidencia la fragmentación del mercado y la lenta modernización logística del resto de operadores. La apuesta por la acuicultura tampoco es menor: 37 millones de euros y 1.700 toneladas previstas, un crecimiento del 21%, que señala la falta de alternativas reales en los caladeros y la urgencia de modelos productivos estables. Mientras el sector sigue reclamando sostenibilidad, Dia ya certifica la mitad de su pescado envasado con sellos MSC y ASC, dejando claro que la presión por la trazabilidad ya no es opcional, sino un requisito para sobrevivir en un mercado cada vez más exigente.


Con 41 lonjas y 350 referencias activas, la cadena presume de capilaridad, pero pone en evidencia la fragmentación del mercado y la lenta modernización logística del resto de operadores. La apuesta por la acuicultura tampoco es menor: 37 millones de euros y 1.700 toneladas previstas, un crecimiento del 21%, que señala la falta de alternativas reales en los caladeros y la urgencia de modelos productivos estables. Mientras el sector sigue reclamando sostenibilidad, Dia ya certifica la mitad de su pescado envasado con sellos MSC y ASC, dejando claro que la presión por la trazabilidad ya no es opcional, sino un requisito para sobrevivir en un mercado cada vez más exigente.