

Solo 15 de los 25 países consiguieron crecer. Destacan Chipre, con un sorprendente 10,4%, y España, que suma un 4,5% gracias al repunte del consumo interno. Pero la otra cara es preocupante: Estonia cae un 4,8%, Rumanía un 4,5% y Bélgica un 3,4%, señales de un mercado profundamente desigual.
El sector alimentario europeo vende más, sí, pero lo hace sobre una base frágil, marcada por la dependencia del precio y una estructura comercial que deja a demasiados países rezagados.


Solo 15 de los 25 países consiguieron crecer. Destacan Chipre, con un sorprendente 10,4%, y España, que suma un 4,5% gracias al repunte del consumo interno. Pero la otra cara es preocupante: Estonia cae un 4,8%, Rumanía un 4,5% y Bélgica un 3,4%, señales de un mercado profundamente desigual.
El sector alimentario europeo vende más, sí, pero lo hace sobre una base frágil, marcada por la dependencia del precio y una estructura comercial que deja a demasiados países rezagados.