Sin embargo, el sector alerta sobre la presión regulatoria y la inestabilidad geopolítica como amenazas clave para su competitividad. El 50% identifica las guerras comerciales como el mayor riesgo, seguido por el encarecimiento de materias primas, señalado por el 51% de las compañías. A nivel nacional, preocupan la caída del consumo (37%) y la presión legislativa (35%).
Además, el 72% del sector cree que la reducción de la jornada laboral impactará negativamente en su competitividad, mientras que el 42% destaca la dificultad para captar y retener talento. A pesar del contexto, el gran consumo mantiene previsiones de crecimiento robustas, exigiendo estabilidad y apoyo institucional para consolidarlas.
Sin embargo, el sector alerta sobre la presión regulatoria y la inestabilidad geopolítica como amenazas clave para su competitividad. El 50% identifica las guerras comerciales como el mayor riesgo, seguido por el encarecimiento de materias primas, señalado por el 51% de las compañías. A nivel nacional, preocupan la caída del consumo (37%) y la presión legislativa (35%).
Además, el 72% del sector cree que la reducción de la jornada laboral impactará negativamente en su competitividad, mientras que el 42% destaca la dificultad para captar y retener talento. A pesar del contexto, el gran consumo mantiene previsiones de crecimiento robustas, exigiendo estabilidad y apoyo institucional para consolidarlas.