En apenas una década, el pistacho español ha experimentado un crecimiento superior al 3000%, situándose en 2025 como uno de los cultivos más dinámicos de la agricultura nacional.
Con más de 83.700 hectáreas plantadas y una producción que supera las 7.500 toneladas, este sector ya genera 200.000 empleos, con previsión de alcanzar 300.000 en los próximos cinco años. Castilla-La Mancha concentra el 80% de la superficie, pero otras regiones como Andalucía, Extremadura o Aragón avanzan en regadío, aunque no sin retos hídricos y de sostenibilidad. El 60% del consumo mundial se concentra en el canal Horeca, lo que exige trazabilidad y calidad superior. La capacidad de procesado en España ya triplica la producción actual, mostrando un potencial que impulsa la economía rural y la diversificación agraria. Sin embargo, el reto es claro: convertir el boom del pistacho en un modelo estable, competitivo e innovador frente a los mercados globales.
En apenas una década, el pistacho español ha experimentado un crecimiento superior al 3000%, situándose en 2025 como uno de los cultivos más dinámicos de la agricultura nacional.
Con más de 83.700 hectáreas plantadas y una producción que supera las 7.500 toneladas, este sector ya genera 200.000 empleos, con previsión de alcanzar 300.000 en los próximos cinco años. Castilla-La Mancha concentra el 80% de la superficie, pero otras regiones como Andalucía, Extremadura o Aragón avanzan en regadío, aunque no sin retos hídricos y de sostenibilidad. El 60% del consumo mundial se concentra en el canal Horeca, lo que exige trazabilidad y calidad superior. La capacidad de procesado en España ya triplica la producción actual, mostrando un potencial que impulsa la economía rural y la diversificación agraria. Sin embargo, el reto es claro: convertir el boom del pistacho en un modelo estable, competitivo e innovador frente a los mercados globales.