La tormenta política y económica, en torno a las declaraciones del ministro Garzón sobre la calidad de la carne española, no cesa con unas elecciones en Castilla León a la vuelta de la esquina. Mientras tanto, la carne de caza continúa su senda: el mercado exterior.

España es el mayor exportador de carne de caza. Es un país productor y no consumidor, aunque el consumo en el país ha aumentado un 4% en el último año. 9 de cada 10 kilogramos que se producen se exportan: Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Portugal e Italia son los principales destinos. El sector entiende que esta realidad obedece a la escasa valoración que el español realiza de este tipo de carne.

La carne de caza se vende de tres formas: el 50% del género que se elabora se vende entera, el 25,3% se vende como producto transformado y el 24,7% como carne despiezada con destino fundamentalmente a la exportación. La compra de la carne de caza se produce en 1,8% en tiendas tradicionales, el 20,7% en tiendas de alimentación especializada, el 2,5% en hipermercados, el 2,5% en supermercados, el 10% en restauración y el 62,5% a otros mayoristas.