Las hortalizas cayeron en volumen un 2,7%, pero ganaron en valor hasta los 4.981 millones, con el pimiento liderando en facturación con más de 1.062 millones de euros. En contraste, las frutas crecieron en ambos frentes: 3,4 millones de toneladas y casi 6.000 millones de euros, un avance del 12% en valor.
La Unión Europea concentra el 84% de las ventas, con Alemania como principal destino. Pero la otra cara del balance es inquietante: las importaciones subieron un 14,7%, hasta los 2.956 millones de euros, con Francia y Marruecos como protagonistas. El caso más crítico es el tomate, cuyas exportaciones bajaron un 10%, mientras las importaciones se dispararon un 45,6%, más de la mitad procedentes de Marruecos. El resultado: un sector que gana valor en fruta, pero pierde terreno en productos clave, reflejo de una competencia exterior que amenaza la sostenibilidad de la producción nacional.
Las hortalizas cayeron en volumen un 2,7%, pero ganaron en valor hasta los 4.981 millones, con el pimiento liderando en facturación con más de 1.062 millones de euros. En contraste, las frutas crecieron en ambos frentes: 3,4 millones de toneladas y casi 6.000 millones de euros, un avance del 12% en valor.
La Unión Europea concentra el 84% de las ventas, con Alemania como principal destino. Pero la otra cara del balance es inquietante: las importaciones subieron un 14,7%, hasta los 2.956 millones de euros, con Francia y Marruecos como protagonistas. El caso más crítico es el tomate, cuyas exportaciones bajaron un 10%, mientras las importaciones se dispararon un 45,6%, más de la mitad procedentes de Marruecos. El resultado: un sector que gana valor en fruta, pero pierde terreno en productos clave, reflejo de una competencia exterior que amenaza la sostenibilidad de la producción nacional.