La innovación se afianza como motor de compra en España: el 80% de los consumidores está dispuesto a probar nuevos productos, especialmente en alimentación, bebidas y cuidado personal.

Sin embargo, solo dos innovaciones al año logran entrar en la cesta habitual, debido principalmente a problemas de disponibilidad en tiendas.
Los beneficios para la salud y la mejora en calidad son los principales atractivos para el consumidor. Aun así, el precio sigue siendo determinante en alimentación y bebidas, mientras que en cuidado personal triunfa la satisfacción del producto. La tienda física sigue siendo clave para descubrir las novedades, reforzando la necesidad de mejorar la distribución.

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