La mercancía general retrocede apenas un 0,2%, pero muestra contrastes: la convencional crece un 4,2%, mientras la contenedorizada cae un 2,1%. Aun así, los TEUs alcanzan 12,4 millones de unidades, con una subida del 1,9%. Destaca el avance del tráfico import-export, que crece un 8,2%, frente a la caída del tránsito internacional.
Los graneles sólidos bajan un 6,6% y los líquidos un 3,1%, lastrados por el menor movimiento de petróleo crudo y derivados.
En contraste, el tráfico ro-ro avanza un 3% y el de pasajeros un 5%, superando los 29 millones de movimientos.
Una radiografía que revela una actividad desigual: mientras algunos segmentos crecen, el pulso comercial del país sigue débil, y los puertos se enfrentan al reto de redefinir su papel en una economía global en desaceleración.
La mercancía general retrocede apenas un 0,2%, pero muestra contrastes: la convencional crece un 4,2%, mientras la contenedorizada cae un 2,1%. Aun así, los TEUs alcanzan 12,4 millones de unidades, con una subida del 1,9%. Destaca el avance del tráfico import-export, que crece un 8,2%, frente a la caída del tránsito internacional.
Los graneles sólidos bajan un 6,6% y los líquidos un 3,1%, lastrados por el menor movimiento de petróleo crudo y derivados.
En contraste, el tráfico ro-ro avanza un 3% y el de pasajeros un 5%, superando los 29 millones de movimientos.
Una radiografía que revela una actividad desigual: mientras algunos segmentos crecen, el pulso comercial del país sigue débil, y los puertos se enfrentan al reto de redefinir su papel en una economía global en desaceleración.