Sin embargo, el trasfondo económico no es tan favorable: España sigue perdiendo miles de toneladas de alimentos cada año, lo que impacta en los costes logísticos, en la renta de los hogares y en la sostenibilidad del sector.
La compañía destina excedentes a más de 800 entidades sociales y canaliza subproductos hacia piensos y biocombustibles, pero la dependencia de medidas reactivas evidencia que el sistema alimentario aún opera con márgenes estrechos y riesgos de sobreproducción. La reducción es un paso adelante, aunque insuficiente para corregir las ineficiencias estructurales del modelo.
Sin embargo, el trasfondo económico no es tan favorable: España sigue perdiendo miles de toneladas de alimentos cada año, lo que impacta en los costes logísticos, en la renta de los hogares y en la sostenibilidad del sector.
La compañía destina excedentes a más de 800 entidades sociales y canaliza subproductos hacia piensos y biocombustibles, pero la dependencia de medidas reactivas evidencia que el sistema alimentario aún opera con márgenes estrechos y riesgos de sobreproducción. La reducción es un paso adelante, aunque insuficiente para corregir las ineficiencias estructurales del modelo.