El Reino Unido lideró como destino con 27.600 millones, gracias al fuerte encarecimiento del cacao y el chocolate. Mientras, China recortó sus compras en 670 millones de euros, lastrada por la caída de la demanda de cereales. El gran motor fueron los productos de café y cacao, que crecieron un 38%, con precios que prácticamente se duplicaron, impulsando también al chocolate y la confitería, que subieron un 20%.
En paralelo, las importaciones sumaron 15.300 millones, un 10% menos que en mayo, pero un 15% más que en 2024. Destacan los incrementos desde Costa de Marfil (+66%), Canadá (+101%) y Brasil (+10%), todos ligados al alza de materias primas. En contraste, Ucrania y Rusia redujeron drásticamente sus envíos. El resultado es un superávit recuperado, aunque aún más débil que el del año pasado, dejando en evidencia una tendencia preocupante: Europa sostiene su balanza, pero a costa de una creciente dependencia de precios internacionales volátiles.
El Reino Unido lideró como destino con 27.600 millones, gracias al fuerte encarecimiento del cacao y el chocolate. Mientras, China recortó sus compras en 670 millones de euros, lastrada por la caída de la demanda de cereales. El gran motor fueron los productos de café y cacao, que crecieron un 38%, con precios que prácticamente se duplicaron, impulsando también al chocolate y la confitería, que subieron un 20%.
En paralelo, las importaciones sumaron 15.300 millones, un 10% menos que en mayo, pero un 15% más que en 2024. Destacan los incrementos desde Costa de Marfil (+66%), Canadá (+101%) y Brasil (+10%), todos ligados al alza de materias primas. En contraste, Ucrania y Rusia redujeron drásticamente sus envíos. El resultado es un superávit recuperado, aunque aún más débil que el del año pasado, dejando en evidencia una tendencia preocupante: Europa sostiene su balanza, pero a costa de una creciente dependencia de precios internacionales volátiles.